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domingo, 5 de agosto de 2018

#VaryExplica: ¿Es el ser humano 100% herbívoro?


En vez de aportar una respuesta rápida y directa para luego intentar justificarla, vamos a analizar las pruebas, y sacar las conclusiones a partir de ellas.

En primer lugar entremos a definir las palabras.

¿Qué es ser carnívoro? Vamos a omitir una de las dos posibles definiciones del término —Pertenecer al grupo Carnivora—, y nos vamos a quedar solo con la definición que se refiere al consumo de nutrientes. Un organismo (no necesariamente animal, aunque es lo habitual) carnívoro es aquel que incluye carne de otros animales en su dieta.

Normalmente los clasificamos en tres tipos. Los hipocarnívoros, cuya ingesta de carne no supera el 30% de su dieta. Los mesocarnívoros, cuya ingesta de carne está entre el 30 y el 70%. Y los hipercarnívoros, con una ingesta de carne superior al 70%. Adicionalmente a esto, consideramos que un animal es carnívoro estricto cuando su ingesta de carne supera el 95% por necesidad. Claro, los hipo y mesocarnívoros se considerarían, en lo común, animales omnívoros.

Además, dentro de estos omnívoros, los hay de dos tipos. Estrictos y facultativos. Los facultativos son animales omnívoros que pueden sobrevivir consumiendo solo carne o solo vegetales. Los estrictos necesitan ambos tipos de nutriente, en distintas proporciones.

Llamamos herbívoros a los animales cuya dieta se basa en vegetales en más de un 95%. Por cierto, contra lo que piensa la mayoría de la gente, muy pocas especies son herbívoras al 100%. La mayoría de los herbívoros consumen productos animales puntualmente, cuando tienen la oportunidad, o de forma accidental. Y no les pasa nada.

Por ir poniendo ejemplos de animales de cada tipo.
  • Tendríamos en un extremo al koala, con un consumo vegetal del 100%.
  • Un ciervo sería herbívoro con consumo superior al 95%.
  • Un chimpancé sería un omnívoro hipocarnívoro (menos de 30% de carne)
  • Un oso pardo estaría en un omnívoro mesocarnívoro (30-70%)
  • Un lobo estaría en el rango del hipercarnívoro (>70% carne)
  • Y un tigre o un oso polar, sería un carnívoro estricto (>95%)
Dicho esto, ¿hay alguna característica que defina al animal en cada tipo?

Mucho se ha hablado, y hay imágenes por todos lados donde se sacan estas características, pero ¿son todas ciertas?

La dentición.

Es cierto que habitualmente los carnívoros tienen caninos desarrollados, muelas cortantes e incisivos reducidos, mientras que los herbívoros suelen tener muelas planas, incisivos fuertes y caninos casi siempre ausentes.

La palabra importante en el tuit anterior es "habitualmente". Porque, por ejemplo, un animal herbívoro que ni siquiera tiene muelas es el pulgón.

Pero claro, empezamos a meter un filtro. Nos centramos en mamíferos. Ahí sí se cumple, ¿no? Pues tampoco.

Solo hay que ver la dentadura de un oso panda o de un zorro volador, ambos herbívoros. O ver los "afiladísimos dientes" de una ballena azul, cuya dieta se basa casi en exclusiva de productos de origen animal (krill).

La dentición suele invitar a deducir la dieta, pero no siempre acierta. La evolución es muy vaga, y si a un animal herbívoro con antepasados carnívoros le va bien con su dentadura de carnívoro, pues así se queda.

Adicionalmente, nuestra dentadura es muy peculiar y característica. Y comparte el aspecto de todos nuestros parientes cercanos, los primates. Y entre nuestros primos encontramos omnívoros como el chimpancé, y herbívoros con antepasados omnívoros, como el gorila.

No tenemos la dentición de un herbívoro típico, ni la de un carnívoro típico. Decididamente, la dentición no nos dice nada relevante en este aspecto.

¿Y el movimiento mandibular? Nuestro movimiento lo compartimos no solo con los primates, sino también con los herbívoros ungulados.

Pero tenemos más fuerza en los movimientos verticales que en los horizontales, a diferencia de una vaca. También hay herbívoros incapaces de hacer el movimiento lateral, como, de nuevo, los osos panda. Y carnívoros que sí pueden realizar ese movimiento, como las musarañas.

Tampoco nos dice nada relevante. En realidad estos datos nos invitan a pensar en el omnivorismo, pero voy a evitar deliberadamente sacar conclusiones precipitadas.

Pensemos en la saliva.

Tenemos amilasa. La enzima para degradar el almidón. Y los carnívoros no tienen amilasa. ¿No? La verdad es que no he analizado la saliva del 100% de los animales hipercarnívoros, pero algunos mesocarnívoros que consumen con frecuencia raíces, como pueden ser los osos pardos, seguramente sí que tengan amilasa en su saliva.

De todos modos, analizar solo una enzima no tendría sentido para designar un comportamiento estricto. ¿Es que tener amilasa implica alimentarse SOLO de plantas?

No. Súidos y primates omnívoros tienen amilasa en su saliva. Además podríamos analizar cualquier otra enzima digestiva, y sacar conclusiones iguales en muchas otras direcciones. El ser humano (un cierto porcentaje de la población) es el único animal que conserva la enzima lactasa siendo adulto. ¿Significa que solo debamos consumir lácteos? No, ¿verdad? Significa que podemos digerir la lactosa correctamente. También disponemos de enzimas digestivas que están especializadas en otros nutrientes de origen animal.

Igual que digerimos y asimilamos adecuadamente el almidón, también digerimos y asimilamos tejido muscular o tejido graso de animales. Y sin embargo carecemos de una microbiota que nos permita digerir correctamente la celulosa. Ésa, tal y como entra, sale.

Si la conclusión de todo esto fuese que somos animales herbívoros, desde luego, nuestra dieta estaría restringida a frutos, semillas y hojas blandas, y tal vez a órganos de reserva (bulbos, tubérculos o rizomas). Pero olvídate de los tallos (incluso verdes) o de las hojas maduras —que por otro lado constituyen la mayor cantidad de biomasa de una planta—.

¿Y qué pasa con los intestinos?

Hay mucho discutido. En realidad, la longitud del intestino no dice mucho del tiempo que la comida se mantiene en él. Cuando hablamos de longitud de intestino normalmente lo comparamos con la longitud del animal. Pero incluso entre animales con una misma dieta esto cambia radicalmente.

Por ejemplo, una vaca tiene el intestino más corto que un caballo del mismo tamaño. La vaca tiene un estómago de cuatro cámaras que ahorra trabajo, sin necesitar un intestino tan largo.

Nosotros no tenemos estómagos con cámaras, y tampoco tenemos un colon enorme para digerir la celulosa. Nuestro sistema digestivo se parece muchísimo al de los chimpancés y al de los jabalíes. Ambos animales son omnívoros. Animales similares al chimpancé, pero herbívoros relativamente extrictos —como el gorila o el orangután— tienen intestinos bastante más largos —en relación a su tamaño—.

Las Garras

Otra característica habitual de la que se habla. No tenemos garras.

Y es cierto. No tenemos garras, y muchos animales carnívoros sí las tienen.

Las orcas, carnívoras estrictas, tampoco tienen garras. Ni los chimpancés, omnívoros. Ni tampoco las pitones.

Sin embargo, animales herbívoros estrictos como el perezoso, el oso panda o el koala, sí que tienen garras.

«Las usa para agarrarse a las ramas». Un chimpancé se agarra a las ramas sin garras.

No, definitivamente las garras no hacen al carnívoro, ni su ausencia al herbívoro. Analicemos otros temas...

¿Por qué los productos animales nos enferman?


En realidad, se puede tener una dieta saludable que incluya productos de origen animal sin ningún problema. Las grasas saturadas (que también aparecen en productos vegetales) solo nos perjudican si abusamos. Respecto a la proteína y al colesterol —¿Qué problema hay con el colesterol, por cierto?—, no tenemos ningún problema, de nuevo, siempre que se consuman en cantidades razonables.

Como en todo.


¿Y el tema del sudor?

Sudamos por los poros.

Los primates sudan por los poros de la piel independientemente de su dieta. Y otros animales que sudan (por donde no hay plumas) son las aves. Incluidos águilas y buitres, por citar un par de carnívoros.

Entonces ¿qué somos los seres humanos, carnívoros, herbívoros o mediopensionistas?

Bueno. Si miramos a nivel de sistema digestivo, digerimos y asimilamos con éxito algunos productos de origen animal —no todos, los huesos no los asimilamos— y algunos de origen vegetal—tampoco todos—. Tenemos enzimas especializadas en productos vegetales, como el almidón, y enzimas que digieren lactosa, que solo lo encontramos en productos de origen animal (la leche y derivados).

¿Y si miramos lo que la especie, en el medio natural, come, que es al fin y al cabo lo que le define como herbívoro, omnívoro o carnívoro? Buena idea, ¿verdad?

Por ejemplo, en el valle del Hunza hay una tribu que es prácticamente vegetariana (no completamente). Y aunque no son ciertos los mitos sobre esa gente, al fin y al cabo no les va del todo mal.

Los Choctaw tenían la materia vegetal como principal sustento, con puntuales excepciones de venado. Y ahí aguantaron siglos.

Los Mentawai, cazadores y recolectores. Combinando materia animal con vegetal.

Los Masai. Su prioridad es el ganado y la caza, y la fruta y verdura es consumida solo de forma puntual.

Los inuit. ¿Qué decir de los inuit? Ni un gramo de verde.

Vale, es cierto que algunas de esas tribus tienen deficiencias nutricionales. ¿Cuáles?

¿Hay algún requisito que nos haga tener que comer algún tipo de alimento por cojones?

Sí, los hay. Los aminoácidos leucina, isoleucina, valina, metionina, lisina, fenilalanina, triptófano, treonina, histidina y arginina no los "sabemos" sintetizar, así que tenemos que consumirlos en la dieta. Podemos encontrar estos aminoácidos en distintas proporciones tanto en productos animales como en vegetales. La albúmina de huevo los tiene todos, pero no es necesario consumir huevos para obtenerlos.

¿Y otros nutrientes?

Aunque no podamos digerirla, la fibra es un producto bastante importante para nuestro bienestar. Y ésta solo se obtiene de productos obtenidos de plantas.

La vitamina C, aunque presente en algunos productos cárnicos, se encuentra de forma mucho más disponible y abundante en productos de origen vegetal.

La vitamina B12. Ésta solo es producida por ciertos microorganismos. Los herbívoros tienen esos microorganismos en su microbiota, pero nosotros no, así que necesitamos consumir la vitamina del medio. Ésta solo aparece en productos de origen animal. Los veganos estrictos necesitan incorporar a su dieta suplementos de esta vitamina.

El hierro. Pasa lo contrario que con la vitamina C. Si bien se puede encontrar en plantas, el hierro que contienen estas no está conjugado en proteínas, haciendo que sea de difícil asimilación. El hierro de origen animal se asimila mucho más eficientemente.

El ácido graso ácido docosahexaenoico (ADH). Es un omega-3 que solo encontramos en productos animales. En algunas semillas podemos encontrar ácido alfa-linolénico (AAL), pero nuestro organismo es altamente ineficiente para producir ADH a partir de AAL.

En conclusión.

Al margen de modas e ideologías, el ser humano, por su morfología, por su metabolismo y por sus necesidades es un animal omnívoro. Existen poblaciones humanas que se han mantenido con éxito en un amplio espectro, desde un herbivorismo casi exclusivo, hasta un hipercarnivorismo extremo. Eso nos indica que no solo somos omnívoros, sino que somos ampliamente facultativos.

Obviando la moderna capacidad de suplementación, sin embargo, tenemos unos requerimientos mínimos esenciales ineludibles, tanto de plantas como de animales.

He omitido de esos esenciales muchos otros nutrientes que necesitamos y que se encuentran mayoritariamente en un tipo u otro de productos, por no alargarlo mucho más; con un par de ejemplos de cada caso, los más llamativos, creo que ya se ve el mensaje.

Dicho esto, si quieres comer carne, adelante. Si quieres ser vegano, sé vegano. Eso es algo que decides tú, y solo tú. Nadie debe forzarte a elegir algo que no quieres.

Recuerda, eso sí, dos detalles importantes:


  1. Abusamos de la carne, y eso nos pone en riesgo. Una dieta equilibrada lleva bastante menos carne de la que solemos comer.
  2. Y por otro lado, si eres vegano, necesitas suplementarte. No lo olvides.

Dicho esto, una cosa más.

Por favor, no te inventes historias y las pretendas vender como "verdades biológicas" solo para defender tu ideología o tu forma de vida. Siempre que comas con conocimiento de lo que haces, y siendo consciente de los beneficios y riesgos que asumes, eres libre de comer lo que te de la real gana.

Tu forma de alimentarte es igual de válida que la de cualquier otra persona. Pero por favor. No inventes mentiras para justificarte. Seguro que tienes argumentos mucho mejores que no involucre mentir dando datos falsos.

Gracias por leerme.

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